"Mi padre dijo una vez: si quieres ver el alma de alguien, tienes que conocer sus sueños. Asì sentiràs compasiòn por aquellos que estàn peor que tù". Arizona Dream - Emir Kusturika
sábado, 23 de enero de 2010
Yo elegí vivir entre las páginas de un libro y ser la tinta derramada entre los dedos en un día caluroso
Ser ese veneno que se consume entre los días etereos pero en un sin fin de amaneceres no en vano la nada se sienta a tomar café con mis penas le comparto el silencio le regalo versos pálidos, cólericos, ausentes y amantes ¡como quisiera enamorar el vacío! llenarlo de caricias tristes siendo la tristeza la caricia mas fina pero esta se complace tan solo con dejarme inerme con las motivaciones hecha trizas con la misma dulce lisonja y es este cuerpo quién la recibe como por vez primera la olvida para recordarla al siguiente paso mientras camino en su compañía pienso con tinta verde sobre los riachuelos me enamora ella con la candindez de sus manos me brinda un beso atravezando finamente mi epidermiz veo el rocío que surge de su herida la sangre se derrama pero no es sangre es tinta verde tinta roja, azul, violeta...
jueves, 14 de enero de 2010
Ojos de mar son tus ojos
Vacía pero vacía de llanto
Con cólera de sollozarle al mundo
Con vida sonriendo el viento y las hojas que le traen los recuerdos de su infancia
Ella discute contra el silencio
Creo que teme ser amada
Y yo lo leo entre las líneas de sus labios
Ella no tiene piel carmesí
Sus labios son de tinta negra
Como el fulgor de sus ojos
Pero teme ser descubierta
Nadie sabe sobre el color de sus labios
Pero yo he visto sus manos manchadas
Es con ellas que pinta palabras al vacío
A veces también se limpia el rostro acariciando una lágrima que sin querer se le ha escapado
Yo la quiero, me gusta verla pintada y escondida detrás del diván donde aguarda secretos
Seguro que tiene la luna pintada de rojo
Sin faltarle alguna estrella disfrazada de rocío
Pero no deja, sigue escondiéndose entre la puertecita de su alma para no ser vista
Ella teme que le quieran
También yo temo quererle
Nada es posible acá donde los ensueños se han pintado en recuerdos
Nada es como pudo llegar a serlo
Solo quedan las palabras
Y el silencio
Cada verso es la fantasía irrealizable
Es ella un pedazo de aquella
Pero es palabra
Verso vivo
Yo me pinto las manos con su tinta
Tratando a secas de desdibujarla de esta página
Intento
Sacarla de aquí y del ensueño
Ponerla en carne viva en mi regazo
¡Que deje de ser tinta!
O que sea la tinta de mis manos
Pero ella es una idea vaga
Como vagos mis sentidos tratando describirla
No quiero que sea papel
Tampoco silencio
Quiero oírle sus obsesiones más excéntricas
Disfrutar de la crueldad de su lejanía
Alejandra
Distante tenía que ser
Imposible para quién ciego pretende alcanzarla
¡Y mi ceguera!
Fue el veneno de sus labios
Esa tinta azabache con la que he intentado limpiar mis penas
Pero todo es vano
Ella sigue siendo un poema
Escrito con las mejores intenciones ¡claro esta!
Leído por pocos
Entendido por casi nadie
Pero al fin y al cabo
Verso ilegible
Palabra muerta
Silencio absoluto para la ceguera de mis ojos
Mancha imborrable en el paladar de mis manos
Puente construido de un lado para mis pasos
Laguna, agua turbia donde me veo por momentos
La claridad de una pupila
La oscuridad de una noche etílica, vagabunda y errante
Es tan solo eso para mis versos
Un bello poema
Uno al que siempre regreso para volver a escribirle.
“Ella era la pequeña ventanita, el minúsculo agujero luminoso en mi sombría cueva de angustia. Era la de redención, el camino de la liberación. Ella tenía que enseñarme a vivir o a morir; ella, con su mano segura y bonita, tenía que tocar mi corazón entumecido, para que al contacto de la vida floreciera o se deshiciese en cenizas.”
Dolores - Soledad Acosta
“Yo estaba muy triste entonces: el corazón humano, sin exceptuar el mío, me parecía tan pequeño, variable e indigno, bien que en lo íntimo de él guardase el recuerdo de la mujer que amé como un ángel, pero que se había convertido para mí en un ser débil, fútil, y fácilmente llevado por la voluntad ajena. A veces la conciencia me acusaba de haber cambiado yo también. Era cierto, pero no había empezado a sentirme indiferente sino cuando advertí en ella despego. Su silencio y sus vacilaciones durante nuestra separación me la habían mostrado bajo otra luz, y el antiguo ideal había desaparecido para mí"
De las tardes-Fernando Delgadillo
Si te tuviera una tarde para abrevarme en la voz, murmurante de tus fuentes una tarde para dos. Una tarde para siempre por las tardes que no estás, por las tardes que no han sido, y por las que ya no te vas. Quién te tuviera una tarde para andante recorrer las veredas, los atajos en los campos de tu piel, recorriendo amante valles, lomas, cauces de agua y flor, conquistando tus llanuras. toda una puesta de sol.
Herida - Rimbaud
“Era la forma que revestía un amor ávido de exceder el límite de las cosas y, sin embargo, ¿cuántas veces alcanzamos momentos de felicidad irrealizables, noches estrelladas, arroyuelos que transcurren?: en el bosque de Lyon, ya en la noche, ella caminaba en silencio... sentía cómo mi destino caminaba a mi lado... Es imposible expresar con una sola frase la posibilidad que tenía de reconocerla: también soy incapaz de expresar su belleza, belleza imperfecta, móvil imagen de un destino ardiente y tenue. La fulgurante transparencia de esas noches es también inefable”. Bataille
La despedida-Fito Paez
Sabe amargo el licor, de las cosas queridas, se acabó lo mejor, quién nos quita esta herida, tu me pierdes a mí yo te doy por perdida, es la hora de huir, la despedida, la despedida ...
Ms Dalloway - Virginia Woolf
“Con todo, en algunas ocasiones era incapaz de resistirse al encanto de una mujer, no de una niña, de una mujer confesándole, como hacían a menudo, un mal paso, una locura. Y ya fuera por compasión, o por su belleza, o porque ella era mayor, o por alguna contingencia – como un leve aroma, o un violín en la casa de al lado (tan extraño era el poder del sonido de algunos momentos), ella sentía sin lugar a dudas, lo que los hombres sienten. Sólo por un instante; pero era suficiente. Era una revelación súbita, una especie de excitación, como un sofoco, que tratabas de contener, pero conforme se extendía no te quedaba más remedio que entregarte a temblar y sentías que el mundo se te acercaba, hinchando con un significado sorprendente, con una especie de pasión que te llevaba al éxtasis, porque estallaba por la piel y brotaba y fluí a como un inmenso alivio por fisuras y llagas. Y entonces, en ese preciso momento, había tenido una iluminación. La luz de una cerilla en una flor de azafrán; un significado interior que casi llegaba a verbalizarse. Pero la presión se retiraba; lo duro se volvía blando; el momento había terminado”.
Jose Luis Guerin - Las mujeres que no conocemos
"Vislumbraba uno de esos seres que a través de su rostro especial nos anuncia la posibilidad de una felicidad nueva. Cuando es especial, la belleza multiplica las promesas de felicidad. Cada ser es como un ideal aún desconocido que se abre a nosotros. Y ver pasar un rostro deseable que no conocíamos nos abre nuevas vidas que deseamos vivir. Desaparecen a la vuelta de la esquina, pero esperamos volver a verlos, nos quedamos con la idea de que hay más vidas por vivir de las que pensamos, lo que da más valor a nuestra persona. Un nuevo rostro que ha pasado es como el encanto de un nuevo lugar que nos ha revelado un libro. [...] Qué importa si no partimos, sabemos que existe, tenemos una razón más para vivir. Así miraba por la ventana para ver que la realidad y la posibilidad de vida que sentía junto a mí a cada hora contenían innumerables posibilidades diferentes de felicidad [...]Por desgracia no conoceremos todas las felicidades [...]Al menos nos dan nuevas razones para vivir." Fuente Deeegie - Marcel Proust