"Mi padre dijo una vez: si quieres ver el alma de alguien, tienes que conocer sus sueños. Asì sentiràs compasiòn por aquellos que estàn peor que tù". Arizona Dream - Emir Kusturika

miércoles, 21 de julio de 2010

21 de julio de 2010

Hoy, de regreso a casa, la ví con otra mujer.
Y yo
tan sola y tan triste
buscando en las avenidas y calles
lo que no consigo en mis abrazos.

SOLEDAD, MUJER ANGUSTIADA


Ojos estáticos
que ubicados como una vulva
dejan fluir sus aguas
Lágrimas, sexo y frío

Me he acostado del lado derecho de la cama
en el otro horizonte donde ya tus manos no pueden tocarme
inmune, duermes plácidamente
la angustia no es tu compañera de cama
te miro dormir, añorando abrazarme a tu cuerpo
pero no me miras
no posas tus pétalos en mis manos
Estas al otro lado de la cama,
en otro abismo
Lágrimas, sudor y muerte

Hemos muerto solo una vez
nuestros cuerpos no serán mañana
NOSOTROS, no seremos
serás vos y yo
tan solitarias
separadas por un pronombre
VOS y YO,
vos tan allá,
yo tan acá.

Mujer infértil de amor
estéril de besos
Ausente
Domadora de mis noches salvajes
Regálame el consuelo de otra noche
prometo no ser impertinente en tus sueños
no te besaré a destiempo
partiré cuando la luna se pose debajo de la cama y la luz acaricie por mis manos,
la desnudez de tu cuerpo

Mujer culpable
no llores cuando veas mi sombra en tu lecho
No extrañes a este fantasma que nunca estuvo
que jamás ni un solo beso te dio
Que no te velo el sueño
ni acarició con ninguna luz tu cuerpo
¿Te has preguntado sobre tu soledad?
Es mi ausencia
Yo soy esa a quién tu amor reclama
Yo soy el pedazo de tu cama vacía
El viento que posa sobre tu cadáver y se va
El rayo que en una noche tormentosa ¡te asusta!
También soy tus fantasías
Soy yo quién te toca cuando tus manos lo hacen
y es a mi a quién le regalas el temblor luminoso
la contención, el silencio y el abismo.

Pero no llores bajo mi sombra
No me pidas lo imposible
Jamás seré yo la que toque a tu puerta
Ni me sentaré en el sillón verde que tanto te gusta
Tampoco seré la que abrace tu cintura cuando dejas ir tu mirada al ocaso en la ventana
No tomaré de ese café que siempre me servís
ese que los perros se beben cuando la espera se ha hecho larga
Acuérdate mujer que soy una sombra
Un fantasma que no es de nadie
Un espectro sin luz que le atraviese
Un silencio, un temor, un frío, un recuerdo, la nostalgia, un sueño...

Soy la ausencia presente
esa SOLEDAD a ciegas que tanto palpas
ese pedazo de cama vacío
la que vela tus sueños
pidiendo abrazos
la que se va todas las noches cuando cae el alba
y regresa cuando una mariposa se posa en tu ventana.
Soy todo lo que existe por tus manos
pero también soy la nada que encuentra tu vigilia
Estoy en todos lados y en ninguna parte
Soy la soledad a quién maldices
la que culpas por llamar tus recuerdos
por ser cómplice de tu dolor y no decir nada
Soledad silenciosa,
condenada siempre a mirarte sufrir

No llores bajo mi sombra
que el exilio es mi morada

No pidas auxilio al viento
que solo caricias efímeras puedo darte
Mujer triste
¿Como curarte?
Si mi presencia te lacera
me imploras que me marche
pero nada tienes
A nadie ahuyentas
a nadie lloras

Mujer soy esa presencia que te acompaña
por eso insisto
no llores bajo mi sombra
ni me pidas que me marche,
para pedirme en esta noche
el regreso
para velarte la desnudes y la tristeza
Soy tu sombra
y también el pedazo vacío de tu alma.


Destino - Salvador Dalí y Walt Disney


“Ella era la pequeña ventanita, el minúsculo agujero luminoso en mi sombría cueva de angustia. Era la de redención, el camino de la liberación. Ella tenía que enseñarme a vivir o a morir; ella, con su mano segura y bonita, tenía que tocar mi corazón entumecido, para que al contacto de la vida floreciera o se deshiciese en cenizas.”

Dolores - Soledad Acosta

Dolores - Soledad Acosta
“Yo estaba muy triste entonces: el corazón humano, sin exceptuar el mío, me parecía tan pequeño, variable e indigno, bien que en lo íntimo de él guardase el recuerdo de la mujer que amé como un ángel, pero que se había convertido para mí en un ser débil, fútil, y fácilmente llevado por la voluntad ajena. A veces la conciencia me acusaba de haber cambiado yo también. Era cierto, pero no había empezado a sentirme indiferente sino cuando advertí en ella despego. Su silencio y sus vacilaciones durante nuestra separación me la habían mostrado bajo otra luz, y el antiguo ideal había desaparecido para mí"

De las tardes-Fernando Delgadillo

De las tardes-Fernando Delgadillo
Si te tuviera una tarde para abrevarme en la voz, murmurante de tus fuentes una tarde para dos. Una tarde para siempre por las tardes que no estás, por las tardes que no han sido, y por las que ya no te vas. Quién te tuviera una tarde para andante recorrer las veredas, los atajos en los campos de tu piel, recorriendo amante valles, lomas, cauces de agua y flor, conquistando tus llanuras. toda una puesta de sol.

Herida - Rimbaud

Herida - Rimbaud
“Era la forma que revestía un amor ávido de exceder el límite de las cosas y, sin embargo, ¿cuántas veces alcanzamos momentos de felicidad irrealizables, noches estrelladas, arroyuelos que transcurren?: en el bosque de Lyon, ya en la noche, ella caminaba en silencio... sentía cómo mi destino caminaba a mi lado... Es imposible expresar con una sola frase la posibilidad que tenía de reconocerla: también soy incapaz de expresar su belleza, belleza imperfecta, móvil imagen de un destino ardiente y tenue. La fulgurante transparencia de esas noches es también inefable”. Bataille

La despedida-Fito Paez

La despedida-Fito Paez
Sabe amargo el licor, de las cosas queridas, se acabó lo mejor, quién nos quita esta herida, tu me pierdes a mí yo te doy por perdida, es la hora de huir, la despedida, la despedida ...

Ms Dalloway - Virginia Woolf

Ms Dalloway - Virginia Woolf
“Con todo, en algunas ocasiones era incapaz de resistirse al encanto de una mujer, no de una niña, de una mujer confesándole, como hacían a menudo, un mal paso, una locura. Y ya fuera por compasión, o por su belleza, o porque ella era mayor, o por alguna contingencia – como un leve aroma, o un violín en la casa de al lado (tan extraño era el poder del sonido de algunos momentos), ella sentía sin lugar a dudas, lo que los hombres sienten. Sólo por un instante; pero era suficiente. Era una revelación súbita, una especie de excitación, como un sofoco, que tratabas de contener, pero conforme se extendía no te quedaba más remedio que entregarte a temblar y sentías que el mundo se te acercaba, hinchando con un significado sorprendente, con una especie de pasión que te llevaba al éxtasis, porque estallaba por la piel y brotaba y fluí a como un inmenso alivio por fisuras y llagas. Y entonces, en ese preciso momento, había tenido una iluminación. La luz de una cerilla en una flor de azafrán; un significado interior que casi llegaba a verbalizarse. Pero la presión se retiraba; lo duro se volvía blando; el momento había terminado”.

Jose Luis Guerin - Las mujeres que no conocemos

Jose Luis Guerin - Las mujeres que no conocemos
"Vislumbraba uno de esos seres que a través de su rostro especial nos anuncia la posibilidad de una felicidad nueva. Cuando es especial, la belleza multiplica las promesas de felicidad. Cada ser es como un ideal aún desconocido que se abre a nosotros. Y ver pasar un rostro deseable que no conocíamos nos abre nuevas vidas que deseamos vivir. Desaparecen a la vuelta de la esquina, pero esperamos volver a verlos, nos quedamos con la idea de que hay más vidas por vivir de las que pensamos, lo que da más valor a nuestra persona. Un nuevo rostro que ha pasado es como el encanto de un nuevo lugar que nos ha revelado un libro. [...] Qué importa si no partimos, sabemos que existe, tenemos una razón más para vivir. Así miraba por la ventana para ver que la realidad y la posibilidad de vida que sentía junto a mí a cada hora contenían innumerables posibilidades diferentes de felicidad [...]Por desgracia no conoceremos todas las felicidades [...]Al menos nos dan nuevas razones para vivir." Fuente Deeegie - Marcel Proust