Si quiero el amor a las doce de la noche, mientras me tomo el café y leo alguna frase hermosa que recuerde, quiero el amor que me levante al medio dia, cuando el sol se cuele por la ventana de mi encierro. Si, quiero una mano que enlazar cuando deba decir adios y una respiración para evitar, porque los ahogos a veces cansan. Si, después de divagar en tantas sin razones y en el vivir de la soledad, extraño el amor que pende como una lampara el recuerdo antes de cerrar mis ojos.
Quiero que una mano acaricie mi rostro y bese mi frente, que unos ojos brillen cuando se crucen con los mios, quiero evitar una mirada porque derrumba cualquier suelo. Y quiero caer con el vértigo que produce un beso que se acaba.
Quiero el amor, no la palabra, quiero la sensación en mi cuerpo, no un cuerpo, no alguien. Quiero sentir la sangre transcurrir como una valvula que pronto explota. Quiero mi mano fría y el corrientazo que produce abrazarla con otra agena. Si, quiero el amor, tan simple y complejo. Tan añorado y solitario. Porque en pocas ocasiones sabemos encontrarnos. Mientras el amor esta sentado en una banca cualquiera, esperando que alguien le arroje flores y se lo lleve de la mano en una noche oscura.
El amor esta ahí y nadie lo ha visto. Esta solo, tan solitario como yo que lo quiero, sin saber en que banca y en que noche oscura se encuentra.