¿Estamos buscando algo?- le dice él, ella, que ha recordado esas mismas palabras en otros nombres, le responde,-!No!, yo ya no estoy buscando, me cansé de husmear en los días, de penetrar los abismos de las horas muertas-, también, sabe que en esa búsqueda ha dejado huellas, él las ha reconocido para seguirlas, la encontro mientras ella buscaba.-No quiero buscar mas, seguramente la clave es precisamente no hacerlo-. ¿Esperar?- le pregunta él, ella no sabe que responder, se queda silenciosa, suspira, y responde,-No, esperar tampoco. El hilo se ha acabado, esperar es como estar en una obra de la que no se hace parte. Escucha, La felicidad es una mujer acostada en la cama con pudor, siempre está ahi, desnuda, pero tiene verguenza de su propia sencillez. Solo hay que verle en su propia desnudez, ¿ves? No hay necesidad de búsqueda, solo hay que tener ojos para ver, unas manos para tocar, en ausencia de ojos, hacerle el amor a esa mujer pudorosa que de pura verguenza se va.
Él, reflexionando el secreto, regresa una mirada para atrás, a sus propias huellas y a OTRA MUJER que le pisa los talones. Ella también le ha encontrado, mientras el buscaba.
¿Estamos Buscando algo?, le dice ella, él, ya no dice nada.