"Mi padre dijo una vez: si quieres ver el alma de alguien, tienes que conocer sus sueños. Asì sentiràs compasiòn por aquellos que estàn peor que tù". Arizona Dream - Emir Kusturika

viernes, 12 de agosto de 2011

Martes, 12 de Julio de 2011

Uno debe romper con todo

con los espejos y los retratos

las manos enlazadas

y los besos pasajeros.


Se deben romper los recuerdos rotos

los fragmentos de alma regados por la ciudad rota

las caricias y los te quiero.


Lo único importante es romperlo todo

los sueños antes de despertar

las cobijas después de cubrirse

una hoja antes de ser escrita

un amor antes de consumirse.


Hay que romper las heridas

las falsedades que caen como lluvia

los destrozos que deja una tormenta

las migajas de pan sobre la mesa después del té.


Hay que romper las muertes nocturnas

los temores, rotos, sirven mas y para bien.

Rompamos la vida que no queremos

los amores de una noche

o los amores que no se realizan.


Para vivir hay que romper y renunciar

Homenajear los finales y abrazar los tránsitos.

Irse rompiéndolo todo, y regresar...


Importante volver

husmear los destrozos debajo de la cama

recoger los fragmentos rotos en las avenidas y las calles

lanzarlos a un río y volver.


Dejarlos ir con las aguas heladas

y volver aunque nunca se vuelva

para no bañarse dos veces en el mismo río.


Un día hay que acabar con todo.

Llorar mientras todo se acaba,

y luego, cuando todo se haya roto

no volver,

o volver sin las pesadas cargas del pasado

que es lo mismo que no volver,

No ser el mismo, siendo el mismo

comprarse un espejo

salir a la calle y ver los nuevos rostros

encontrar uno y caminar

o no encontrarse con nadie y caminar

viviendo la levedad y el nacimiento

aprender a caminar y a balbucear

entenderlo todo de nuevo.


Saber que la luz es sol y la oscuridad es noche

ver todo como por vez primera

amar como si nunca se hubiese amado

así, torpemente, como se aman los que no saben del misterio,

de ningún misterio,

antes de las preguntas y las respuestas a medias

antes de las palabras indescifrables

antes de los inicios y las despedidas;

antes de que todo pase, y mientras pasa

uno va así, en inocencia y soledad

como venimos al mundo, desnudos

frágiles de todo, jugando a la vida

jugando a vivir.

Sábado, 30 de Julio de 2011

Tengo dos órbitas como ojos

todo lo ven,

las dos órbitas extranjeras

vienen y se van con la noche

recogen mi aliento cuando cansada estoy de respirar.

Las dos órbitas que tengo como ojos

no me ven

pero lo ven todo

y a veces parece que son mías

aunque el destello del día las encandile

siguen viendo aunque ya no vean.


Las dos órbitas palpitando

se van y vuelven como olas

a veces parece que no regresan

pero siempre retornan

amanecen y mueren en la aurora

se despiden del cantar puro de los pájaros

de unos bellos ojos inolvidables

de una mirada de tedio.


Las dos órbitas que tengo como ojos

tienen miradas que atraviesan sus contornos

aman las miradas que jamás vuelven a mirar

recuerdan una dulce caricia

y de un brillo que se expande como los temores y las ánsias

saben besar aunque nunca han besado

aman porque nunca lo han hecho

dicen adiós con los movimientos rápidos que sugiere la conciencia

pero muchas veces, la omiten

olvidan la voz y la apatía del ahora.


Para las dos órbitas que tengo como ojos

el tiempo es un pretexto para sentarse en una silla

y prender el fuego escondido tras la órbita

esa la de mis ojos ocultos

enamoradizos de cualquier cosa

presos totales del instante y de los tránsitos.


Ellas aman pero se van

las pupilas se alejan con un suspiro suspendido

no dicen adiós

se alejan como yo me alejo de ellas

mis amadas órbitas que a veces parecen ojos

pero otras, no sé,

pueden ser manos porque lo tocan todo

palpan todo y nada es suficiente para ser visto y tocado

las órbitas en trance

las insomnes

las durmientes

las que parecen manos cuando quieren

o pies porque caminan

van más allá y dentro de mi

creo que no son mías

como yo, que no me pertenezco

como la arena resbalando entre las manos

nada se tiene, mis órbitas lo ven todo pero nada aguardan,

no tienen memoria por eso olvidan

hacen lo que quieren, mis órbitas

mis ojos negros pulidos por la vida

enamorados de cualquier belleza inmóvil

de cualquier inmensidad sobre los muros de la muerte.


Tan opacas mis órbitas navegantes

viajan en barcos hechos de ceniza

azabaches como mis ojos

tan volátiles que el viento las empuja en alta mar

tan lejos

y distantes de mi como Yo de la vida.


Horizontalmente como se van las cosas bellas

así retornan de la noche mis órbitas que lo ven todo

en la profundidad de la negrura

y opacidad del llanto seco

en la espera de posarse en un árbol frágil

y de regresar a un cuerpo que les añora

tal vez en ese mismo árbol frágil

o en una rama vencida por los años.


Las órbitas que tengo como ojos

regresan a tocarme el alma

para que mi alma sepa lo que es tocar

no olvide y espere

pacientemente la llegada de mis manos

de mis ojos, que es lo mismo,

de las órbitas que parecen cenizas

de la negrura azabache de la noche

de las ramas frágiles cayendo como hojas en otoño

de las órbitas que me ven

aunque yo no pueda,

de las órbitas que caminan de regreso a un cuerpo ausente

pacientemente como espero yo

para volver a verlo todo

En tranquilidad

como esperan ellas celebrar el regreso.

Destino - Salvador Dalí y Walt Disney


“Ella era la pequeña ventanita, el minúsculo agujero luminoso en mi sombría cueva de angustia. Era la de redención, el camino de la liberación. Ella tenía que enseñarme a vivir o a morir; ella, con su mano segura y bonita, tenía que tocar mi corazón entumecido, para que al contacto de la vida floreciera o se deshiciese en cenizas.”

Dolores - Soledad Acosta

Dolores - Soledad Acosta
“Yo estaba muy triste entonces: el corazón humano, sin exceptuar el mío, me parecía tan pequeño, variable e indigno, bien que en lo íntimo de él guardase el recuerdo de la mujer que amé como un ángel, pero que se había convertido para mí en un ser débil, fútil, y fácilmente llevado por la voluntad ajena. A veces la conciencia me acusaba de haber cambiado yo también. Era cierto, pero no había empezado a sentirme indiferente sino cuando advertí en ella despego. Su silencio y sus vacilaciones durante nuestra separación me la habían mostrado bajo otra luz, y el antiguo ideal había desaparecido para mí"

De las tardes-Fernando Delgadillo

De las tardes-Fernando Delgadillo
Si te tuviera una tarde para abrevarme en la voz, murmurante de tus fuentes una tarde para dos. Una tarde para siempre por las tardes que no estás, por las tardes que no han sido, y por las que ya no te vas. Quién te tuviera una tarde para andante recorrer las veredas, los atajos en los campos de tu piel, recorriendo amante valles, lomas, cauces de agua y flor, conquistando tus llanuras. toda una puesta de sol.

Herida - Rimbaud

Herida - Rimbaud
“Era la forma que revestía un amor ávido de exceder el límite de las cosas y, sin embargo, ¿cuántas veces alcanzamos momentos de felicidad irrealizables, noches estrelladas, arroyuelos que transcurren?: en el bosque de Lyon, ya en la noche, ella caminaba en silencio... sentía cómo mi destino caminaba a mi lado... Es imposible expresar con una sola frase la posibilidad que tenía de reconocerla: también soy incapaz de expresar su belleza, belleza imperfecta, móvil imagen de un destino ardiente y tenue. La fulgurante transparencia de esas noches es también inefable”. Bataille

La despedida-Fito Paez

La despedida-Fito Paez
Sabe amargo el licor, de las cosas queridas, se acabó lo mejor, quién nos quita esta herida, tu me pierdes a mí yo te doy por perdida, es la hora de huir, la despedida, la despedida ...

Ms Dalloway - Virginia Woolf

Ms Dalloway - Virginia Woolf
“Con todo, en algunas ocasiones era incapaz de resistirse al encanto de una mujer, no de una niña, de una mujer confesándole, como hacían a menudo, un mal paso, una locura. Y ya fuera por compasión, o por su belleza, o porque ella era mayor, o por alguna contingencia – como un leve aroma, o un violín en la casa de al lado (tan extraño era el poder del sonido de algunos momentos), ella sentía sin lugar a dudas, lo que los hombres sienten. Sólo por un instante; pero era suficiente. Era una revelación súbita, una especie de excitación, como un sofoco, que tratabas de contener, pero conforme se extendía no te quedaba más remedio que entregarte a temblar y sentías que el mundo se te acercaba, hinchando con un significado sorprendente, con una especie de pasión que te llevaba al éxtasis, porque estallaba por la piel y brotaba y fluí a como un inmenso alivio por fisuras y llagas. Y entonces, en ese preciso momento, había tenido una iluminación. La luz de una cerilla en una flor de azafrán; un significado interior que casi llegaba a verbalizarse. Pero la presión se retiraba; lo duro se volvía blando; el momento había terminado”.

Jose Luis Guerin - Las mujeres que no conocemos

Jose Luis Guerin - Las mujeres que no conocemos
"Vislumbraba uno de esos seres que a través de su rostro especial nos anuncia la posibilidad de una felicidad nueva. Cuando es especial, la belleza multiplica las promesas de felicidad. Cada ser es como un ideal aún desconocido que se abre a nosotros. Y ver pasar un rostro deseable que no conocíamos nos abre nuevas vidas que deseamos vivir. Desaparecen a la vuelta de la esquina, pero esperamos volver a verlos, nos quedamos con la idea de que hay más vidas por vivir de las que pensamos, lo que da más valor a nuestra persona. Un nuevo rostro que ha pasado es como el encanto de un nuevo lugar que nos ha revelado un libro. [...] Qué importa si no partimos, sabemos que existe, tenemos una razón más para vivir. Así miraba por la ventana para ver que la realidad y la posibilidad de vida que sentía junto a mí a cada hora contenían innumerables posibilidades diferentes de felicidad [...]Por desgracia no conoceremos todas las felicidades [...]Al menos nos dan nuevas razones para vivir." Fuente Deeegie - Marcel Proust