Parece simplemente que esta voz silenciosa acalla miedos antiguos, viejas resacas; esas
perdidas por el tiempo y lastimadas con el olvido. Deseosas de renacer, ¡mueren!. Pero una canción, una simple nota le revela una esperanza presente, una interminable existencia le demanda un suspiro de llanto. Un último aliento entrecortado, a regañadientes se dispensa sobre el vacío del viento, el eco de las hojas que se desvanecen a travez de la neblina. Como luz en última estancia, (centellos que acarician fragilmente mi mirada perdida entre el abismo de mí y de este otro ser que parezco), me pierdo! Dejo como retorno de ser yo ¡ah! y en un instante finito vuelvo a enajenar en aquel mundo que me encubre.
perdidas por el tiempo y lastimadas con el olvido. Deseosas de renacer, ¡mueren!. Pero una canción, una simple nota le revela una esperanza presente, una interminable existencia le demanda un suspiro de llanto. Un último aliento entrecortado, a regañadientes se dispensa sobre el vacío del viento, el eco de las hojas que se desvanecen a travez de la neblina. Como luz en última estancia, (centellos que acarician fragilmente mi mirada perdida entre el abismo de mí y de este otro ser que parezco), me pierdo! Dejo como retorno de ser yo ¡ah! y en un instante finito vuelvo a enajenar en aquel mundo que me encubre.
1 comentario:
Parece imposible que la voz que una vez dio aliento e impulsó a un corazón desanimado a ver la belleza del mundo detras del horizonte hoy este perdida, sin voz, sin ella misma, sin tiempo, pero con una eternidad para morir de soledad, de la ausencia del aquella voz a la que una vez alentó.
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