Tengo una confusión en mi cabeza
y esa estaca que no me precisa lo que quiero
es simplemente tu recuerdo.
No puedo sacarte de mi cabeza
aún esta titiritando tu presencia
anunciándome su agonía.
Pero cuando la veo
me desfallecen las ansías de correr a tu regazo
de sentir la esperanza de no haberte perdido
de creer que aún puedes venir y salvarme de esta angustia,
de este vacío...
Te quiero y me arde a fuego lento no mirarte
no olerte; ni respirarte, no sentirte;
ni escucharte
Hoy pareciese que estamos luchando irremediablemente
por olvidar aquellos recuerdos memorables
y en medio del acierto a regañadientes de dejar el
pasado fluir como lava que se pierde en el espacio
se marchita lo poco que supo florecer.
Por temor a mantener viva la flor y que esta luche
por sobrevivir a cuestas de las pocas esperanzas que
quedan después de la distancia.
¿Porque tengo que mirar al horizonte? ¡Es que acaso
tu no pudiste haber sido mi alba, el crepúsculo inerte
que se oscureció después de alumbrar una parte que se encontraba ¡Ya! en tinieblas…
1 comentario:
La confusión de no mirarte o no tenerte es la confusión de olvidarte y en la mente es inevitable no pensarte, pero el no pensar también es una opción, sólo haz lo que tu corazón sineta con precausiión. Muy lindo, me gustó...
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