"Mi padre dijo una vez: si quieres ver el alma de alguien, tienes que conocer sus sueños. Asì sentiràs compasiòn por aquellos que estàn peor que tù". Arizona Dream - Emir Kusturika

jueves, 12 de noviembre de 2009

Felicitad puta que te acostas sin recibir nada a cambio...

"He sospechado alguna vez que la unica
cosa sin misterio es la felicidad,
porque se justifica por sí sola".
Jorge Luis Borges



Un día te levantas con ganas de hacer las cosas bien, te pones el color de la corbata que jamás habías usado, te peinas para el lado izquierdo y seguramente te pones aquel sombrero que en antaño te quedaba tan bien, en pocas palabras, haces todo un proceso de renovación, botas las viejas camisas, incluso las que mas te gustan, y decidís que hoy será tu día, que todos tus putos fracasos van a ser dejados por los asfaltos que lanzarás a la mierda, todo lo que hasta ahora venía acongojando tu conciencia. No volves a pensar en aquello de lo que te arrepentís. Hasta dejas de tomar, decís que no vale la pena seguir ingiriendo licor y que pronto harás lo mismo con los cigarros, en cuanto al ¿café? sabes que te hace daño pero también pensas que algún día tal vez lo terminés dejando. Queres algo distinto para tu día y tenes la esperanza de que ese día que planeaste con tanta cautela y sigilo se alargue para el resto de tus días, porque estas totalmente decidido a caminar por otros rumbos, tantear otros terrenos. Tenes miedo, lo sentís calarte el corazón, porque no habías decidido jamás vencerte y correr en dirección opuesta a lo que siempre creíste ser.
Salís de tu cuarto, te volves a mirar al espejo y ves cosas que nunca habías notado en vos, un lunar que se había pasado desapercibido, una cana entre tu cabellera azabache y una sonrisa dibujada en tu rostro con la expresión mas sincera con la que uno se puede armar para salir al mundo y vencerlo.
Caminas, sin saber exactamente para donde, pero dejas que el ritmo de la vida y de las corrientes de viento te guíen, sentís el sabor amargo de un día soleado, ¡pero lo ves hermoso! como jamás lo habías visto, te preguntas si el mundo también había decidido vestirse de su mejor gala para salir hoy a recorrer las calles!, y te preguntas también si aquellas personas que caminan a tu alrededor y se chocan con vuestro cuerpo piensan lo mismo del color de la hierba y sienten el olor intenso del sol que cala el pavimento.

Mientras caminas con el calor a rastras, pensas que tu felicidad de la próxima hora consistirá en irte a tomar una gaseosa bastante fría, te haces consiente de la fácil accesibilidad de tu cometido y comienzas a concebir la repartición de felicidades que quieres darte, en tres o cuatro horas posiblemente, -lo crees- tu felicidad estará en irte alguna taberna y escuchar música, solamente escucharla, te prometes que en seis horas mas o menos, dejarás fluir una tristeza que tenías guardada entre los bolsillos y que harás todo lo posible por disfrutarla y homenajearla como es debido, en una hora importante de la tarde. Aseguras que de hoy en adelante no impedirás que tu melancolía se evaporé, no la dejaras castrarse y afrontarás todas las congojas que en algún momento quisiste beberte creyendo que tomabas alcohol.

Tenes miedo, a tientas sentís que lo que estas pensando y haciendo por vos es inútil, que mañana todo seguirá siendo igual y pensas en lo patético que te ves con esa sonrisita estúpida que crees tienen las personas que piensan ser "felices". Fuiste un nihilista perdido, no miraste jamás mas allá de lo que siempre percibieron tus ojos, y aceptaste resignadamente toda demanda que te hacia el mundo, creías ser fuerte, pero la verdad era que siempre esperaste mas, no lo aceptaste jamás, pero sabías que así era. Fuiste un Werther descarriado, la encarnación de ese último romántico que caminaba por las calles buscando doncellas que rescatar, pero no dijiste nada, nadie lo sabía. Y cuantas veces te lanzaste desde puentes de gran altura, y fuiste acribillado por las manos deleitosas de tu amor. Pero no decías nada, solo guardabas silencio y dentro de ti, te sentías miserable por esperar algo que nunca llegaría.

Y hoy estabas ahí, recorriendo caminos inciertos, mirando tu vida como no había sido contemplada, lo mejor de todo, no esperabas nada. Tomaste tu gaseosa, fuiste aquella taberna y hasta larga la noche estuviste solo, contemplando la "felicidad" ajena. Algo había cambiado, estabas triste y sin embargo no querías correr contra ella, solo la dejaste hablar, silenciosamente tu nostalgia recorría todo el sitio, y hablabas sin decir una palabra.-Los solitarios hablamos por nuestro silencio- pensaste, y seguías hablando sin decir palabra alguna, mientras el tiempo pasaba y la noche caía sobre tus hombros.
Ya no tenías miedo, la serenidad había aparecido, y te sentías apacible en tu tristeza, siempre quisiste llegar hasta ese estado, y hoy lo habías logrado, no te engañabas, la felicidad es una mentira que uno nunca termina por creerse y así lo creías hoy, no eras feliz y tu día no era distinto al resto de los demás días que habían pasado, ¡lo sabías! pero la ilusión había traído la serenidad, y pensaste en el engaño furtivo que habías experimentado y también en todos los que habían pasado por tu vida. Te enteras por fin del gran misterio, los engaños provenían de la misma fuente y toda felicidad era la misma gran mentira del mundo.

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Destino - Salvador Dalí y Walt Disney


“Ella era la pequeña ventanita, el minúsculo agujero luminoso en mi sombría cueva de angustia. Era la de redención, el camino de la liberación. Ella tenía que enseñarme a vivir o a morir; ella, con su mano segura y bonita, tenía que tocar mi corazón entumecido, para que al contacto de la vida floreciera o se deshiciese en cenizas.”

Dolores - Soledad Acosta

Dolores - Soledad Acosta
“Yo estaba muy triste entonces: el corazón humano, sin exceptuar el mío, me parecía tan pequeño, variable e indigno, bien que en lo íntimo de él guardase el recuerdo de la mujer que amé como un ángel, pero que se había convertido para mí en un ser débil, fútil, y fácilmente llevado por la voluntad ajena. A veces la conciencia me acusaba de haber cambiado yo también. Era cierto, pero no había empezado a sentirme indiferente sino cuando advertí en ella despego. Su silencio y sus vacilaciones durante nuestra separación me la habían mostrado bajo otra luz, y el antiguo ideal había desaparecido para mí"

De las tardes-Fernando Delgadillo

De las tardes-Fernando Delgadillo
Si te tuviera una tarde para abrevarme en la voz, murmurante de tus fuentes una tarde para dos. Una tarde para siempre por las tardes que no estás, por las tardes que no han sido, y por las que ya no te vas. Quién te tuviera una tarde para andante recorrer las veredas, los atajos en los campos de tu piel, recorriendo amante valles, lomas, cauces de agua y flor, conquistando tus llanuras. toda una puesta de sol.

Herida - Rimbaud

Herida - Rimbaud
“Era la forma que revestía un amor ávido de exceder el límite de las cosas y, sin embargo, ¿cuántas veces alcanzamos momentos de felicidad irrealizables, noches estrelladas, arroyuelos que transcurren?: en el bosque de Lyon, ya en la noche, ella caminaba en silencio... sentía cómo mi destino caminaba a mi lado... Es imposible expresar con una sola frase la posibilidad que tenía de reconocerla: también soy incapaz de expresar su belleza, belleza imperfecta, móvil imagen de un destino ardiente y tenue. La fulgurante transparencia de esas noches es también inefable”. Bataille

La despedida-Fito Paez

La despedida-Fito Paez
Sabe amargo el licor, de las cosas queridas, se acabó lo mejor, quién nos quita esta herida, tu me pierdes a mí yo te doy por perdida, es la hora de huir, la despedida, la despedida ...

Ms Dalloway - Virginia Woolf

Ms Dalloway - Virginia Woolf
“Con todo, en algunas ocasiones era incapaz de resistirse al encanto de una mujer, no de una niña, de una mujer confesándole, como hacían a menudo, un mal paso, una locura. Y ya fuera por compasión, o por su belleza, o porque ella era mayor, o por alguna contingencia – como un leve aroma, o un violín en la casa de al lado (tan extraño era el poder del sonido de algunos momentos), ella sentía sin lugar a dudas, lo que los hombres sienten. Sólo por un instante; pero era suficiente. Era una revelación súbita, una especie de excitación, como un sofoco, que tratabas de contener, pero conforme se extendía no te quedaba más remedio que entregarte a temblar y sentías que el mundo se te acercaba, hinchando con un significado sorprendente, con una especie de pasión que te llevaba al éxtasis, porque estallaba por la piel y brotaba y fluí a como un inmenso alivio por fisuras y llagas. Y entonces, en ese preciso momento, había tenido una iluminación. La luz de una cerilla en una flor de azafrán; un significado interior que casi llegaba a verbalizarse. Pero la presión se retiraba; lo duro se volvía blando; el momento había terminado”.

Jose Luis Guerin - Las mujeres que no conocemos

Jose Luis Guerin - Las mujeres que no conocemos
"Vislumbraba uno de esos seres que a través de su rostro especial nos anuncia la posibilidad de una felicidad nueva. Cuando es especial, la belleza multiplica las promesas de felicidad. Cada ser es como un ideal aún desconocido que se abre a nosotros. Y ver pasar un rostro deseable que no conocíamos nos abre nuevas vidas que deseamos vivir. Desaparecen a la vuelta de la esquina, pero esperamos volver a verlos, nos quedamos con la idea de que hay más vidas por vivir de las que pensamos, lo que da más valor a nuestra persona. Un nuevo rostro que ha pasado es como el encanto de un nuevo lugar que nos ha revelado un libro. [...] Qué importa si no partimos, sabemos que existe, tenemos una razón más para vivir. Así miraba por la ventana para ver que la realidad y la posibilidad de vida que sentía junto a mí a cada hora contenían innumerables posibilidades diferentes de felicidad [...]Por desgracia no conoceremos todas las felicidades [...]Al menos nos dan nuevas razones para vivir." Fuente Deeegie - Marcel Proust