La soledad fué un suspiro que me comí a las tres de la tarde de un martes cualquiera.
Me supo a magnolias, un tanto a durazno,
con los días siguientes, la soledad del suspiro me arrebato a los amigos
eligió mi estadía para guarecerse de la lluvia,
me abrazo con candor un día que tenía frío,
Todos los martes a la misma hora me recuerda el amor,
Un 29 del no se cuándo.
No fué en mayo, fué en un mes lluvioso.
sábado, 16 de abril de 2011
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1 comentario:
Suspiro...
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